El martes 30 de Enero, realizamos un viaje a Mora para visitar unos molinos de aceite. Esta excursión fue propuesta por dos compañeras de 3º que son de Mora y que amablemente gestionaron nuestra visita.
Fuimos en autobús desde la Universidad y en Mora primero visitamos una almazara donde se nos explicó todo el proceso de elaboración del aceite de oliva. También realizamos una cata de las diferentes calidades de aceite de oliva virgen. Después visitamos un original Museo del aceite, guiados por Eva, guía puesta a nuestra disposición por el Ayuntamiento de Mora.
Comimos en un restaurante del pueblo, muy bien por cierto, y tras la comida nos enseñaron parte del pueblo y la Iglesia en la que fuimos atendidos por el párroco, que nos mostró los tesoros que allí guardan.
Tras visitar una empresa de reciclaje del resto que queda de la prensa de la oliva, emprendimos el viaje de vuelta teniendo ocasión de admirar el paisaje de olivos que resulta impresionante.
Paramos en Tembleque un ratito para poder ver su espléndida plaza así como sus calles jalonadas de casas de imponente arquitectura.
Resultó todo estupendo y lamento desde aquí el accidente que tuvo Pilar, una de nuestras anfitrionas y que le costó un esguince que le ha tenido de baja una temporada.
Fuimos en autobús desde la Universidad y en Mora primero visitamos una almazara donde se nos explicó todo el proceso de elaboración del aceite de oliva. También realizamos una cata de las diferentes calidades de aceite de oliva virgen. Después visitamos un original Museo del aceite, guiados por Eva, guía puesta a nuestra disposición por el Ayuntamiento de Mora.
Comimos en un restaurante del pueblo, muy bien por cierto, y tras la comida nos enseñaron parte del pueblo y la Iglesia en la que fuimos atendidos por el párroco, que nos mostró los tesoros que allí guardan.
Tras visitar una empresa de reciclaje del resto que queda de la prensa de la oliva, emprendimos el viaje de vuelta teniendo ocasión de admirar el paisaje de olivos que resulta impresionante.
Paramos en Tembleque un ratito para poder ver su espléndida plaza así como sus calles jalonadas de casas de imponente arquitectura.
Resultó todo estupendo y lamento desde aquí el accidente que tuvo Pilar, una de nuestras anfitrionas y que le costó un esguince que le ha tenido de baja una temporada.
(Isabel Apraiz)
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