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domingo, 3 de diciembre de 2006

VIAJE A LA RIOJA ALAVESA 1 y 2 DIC-2006




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El día amaneció con el cielo cubierto. Poco a poco, al lugar de encuentro fueron llegando las más madrugadoras (alguna cerca de 30 minutos antes que el autobús) supongo que es la ilusión por partir la que hace que el segundero de nuestro reloj parezca marchar a cámara lenta.
A la hora en punto, las 8 de la mañana (bueno, minuto más o menos, qué importa) nos ponemos en marcha una vez que Isabel queda tranquila constatando que todas estamos en nuestros asientos.
La niebla se vuelve más densa según vamos subiendo en nuestro trayecto, pero nada empaña la alegría. Y pronto comienza a expresarse en la parte de atrás del autobús. Tres, cuatro voces bien conjuntadas comienzan a elevarse en bella combinación, con notas de villancico. Alguien más viene desde los primeros asientos con el deseo de unir su voz a las del grupo cantor.

Y se escuchan las notas alegres y dulces de los villancicos. Y dan paso al folclore, a los tangos, a los boleros, a las baladas...
La niebla está afuera del autobús. Dentro, alegría, ilusión, cantares, amistad...
Y así se hace corto cualquier camino. Como se nos hizo la llegada a Laguardia, donde nos esperaban en la Bodega El Fabulista, que antaño fuera propiedad de la familia de Félix Samaniego.
La visita se mostró interesantísima. Además de recorrer sus antiquísimos corredores, se nos explicó con todo detalle el proceso de elaboración de sus ricos caldos. Después vino la lección teórica de cómo reconocer las propiedades del vino, cómo catarlos y saborearlos diferenciando sus propiedades olfativas, visuales, gustativas... pero no, la teoría sin la práctica no es una lección completa. Así que pasamos a la fase de prácticas catando sendos caldos (blanco y tinto) que ahuyentaron de nuestro ánimo y de nuestro cuerpo cualquier frío por muy riojano-alavés que fuera.
Y por si el frío aún permaneciera en alguna de nosotras, repetimos en otra de las bodegas del lugar. Ahora ya no había excusas para el frío.
Visitar la Iglesia de Nuestra Señora de los Reyes, fue algo de muy distinto signo, pero creo que la visión de su bellísimo pórtico embriagó nuestros sentidos más aún que el vinillo que acabábamos de catar. No nos extenderemos en su explicación, existe información abundantísima en internet. Pero sí decir que, después de contemplarlo, personalmente ya nada de su interior consiguió "tocarme" tan hondamente como lo hizo la contemplación de su pórtico.
Y aún con la sensibilidad tocada por tanta belleza, ya se sabe, comienzas catando un buen caldo y rápidamente el estómago te pide algo contundente. De modo que en el Restaurante Marixa se encargan de servirnos unas viandas “con fundamento”. Unas judías blancas que eran gloria bendita, un buen filete de ternera y unos postres para chuparse los dedos. Sí, sí, todo ello con más vino, por supuesto.

Paseo por las deliciosas calles de Laguardia y camino a Vitoria.

De la mano del propio Diputado de Cultura, visitamos las distintas estancias de su Sede Provincial en Vitoria. Historia inmortalizada entre sus muros. Numerosas e interesantísimas obras de arte pictóricas que nos muestra con amabilidad y humor que agradecemos. Para finalizar, tomamos nuestro asiento en el Salón de Plenos. El Diputado continúa su exposición y atiende a nuestras preguntas.
Foto final “en la escalerilla” de la entrada. Típica en las recepciones ¿no?. ¡Ay! ¡Quedaremos inmortalizadas en la historia fotográfica de la Diputación Alavesa!

Aunque pueda parecerlo, la abundante comida no nos ha quitado las ganas de probar por la noche alguna variedad de su “Semana de la cazuelita en Vitoria”. Al fin... ya nos hemos hecho a la idea de volver con algún kilito de más...
Y ¡a dormir! Que mañana seguiremos. Hotel Ciudad de Vitoria, amplio y confortable. Mi compañera de habitación me asegura que no he roncado en toda la noche uffff menos mal. Creo que hemos dormido como “bebitos”.

(M.Regalado)


Día 2 - Vitoria (Isabel Apráiz)


El sábado quedamos pronto. Tenemos muchas cosas que ver. El día apunta tristón y lluvioso, pero estamos en Vitoria y es Diciembre…
Nuestro recorrido empieza en el mismo hotel que está situado en el Portal de Castilla y es la puerta natural de entrada a la ciudad desde Madrid. Por el parque de El Prado iniciamos el paseo de La Senda, que forma parte de un gran paseo que desde el corazón de la ciudad nos puede llevar hasta su salida en Armentia tras recorrer unos tres o cuatro kilómetros escoltados por olmos y castaños centenarios y edificios que forman parte de la historia de nuestra ciudad como AJURIA-ENEA ( sede del lendakari ), el PALACIO AGUSTÍ ( que alberga una magnífica pinacoteca ), la Casa de la Cultura y por último la sede del Parlamento Vasco, enclavada en lo que fuera el “ Instituto” de enseñanza media, y cerrando a su vez el emblemático parque de la Florida que con sus paseos, estanques y su quiosco de música forma parte de las vivencias de cualquier vitoriano de verdad.

Desde este punto y acompañados por una guía local, subimos a la llamada Almendra Medieval, que está situada en la parte alta de la ciudad y contiene lo que sería la ciudad medieval amurallada; antes de iniciar el recorrido, nos detenemos en La Plaza de La Virgen Blanca que es la patrona de la Ciudad. En esta plaza hay un monumento polémico que conmemora la Batalla de Vitoria, que tuvo gran importancia al vencer allí a los franceses y conseguir que se fueran de España.
También en esta plaza se inician las fiestas de la ciudad que se comienzan el 4 de Agosto con la tradicional bajada de “CELEDÓN”, que representa a un aldeano de la llanada que viene a la ciudad de fiestas a honrar a su patrona. Lógicamente estamos en el corazón de la ciudad y esta plaza es testigo de todos los acontecimientos locales que suceden a lo largo del tiempo.

Atravesando calles como “ La Cuchillería”, “La Tintorería”, “La Zapatería” o “La Correría” no es difícil hacer un ejercicio de retroceso en el tiempo y pensar que nos encontramos en el siglo XV ó XVI y nos cruzamos con aquellos artesanos que formaban parte de la vida gremial de entonces.
Tras pasar por el palacio de Villa Suso, llegamos a lo que fue el palacio del Obispado y de aquí al Palacio de Abendaño donde tiene su sede el museo del NAIPE. Este museo contiene la colección de naipes más importante del mundo, donada generosamente por Don Luís Alfaro FOURNIER, nieto del fundador de la fábrica de naipes “Heraclio Fournier”. ¡Quién no ha echado una partidita de cartas con sus célebres barajas! ¿No? Visitamos el museo y su contenido es realmente sorprendente.
Acabamos la visita de esta zona tan bien conservada, en su parte más alta y donde se ubica la Catedral de Santa María. De estilo gótico, está siendo totalmente restaurada con técnicas tan punteras y revolucionarias que al resultar de interés público, se realiza una visita de obras con casco incluido, donde se muestran sus cimientos y sus entrañas. Todavía quedan unos años para que La Catedral quede como nueva y se vean los resultados. Confiemos que la introducción de materiales como el hormigón y el acero no dañen en un futuro la milenaria piedra.
Existe en Vitoria otra catedral, La Nueva Catedral. Esta Catedral, se construyó por deseo del obispado a lo largo del siglo XX. Es de estilo neogótico y sus obras empezadas en 1907, se interrumpieron en 1914, para continuarlas en la década de los cuarenta, hasta su culminación en 1968. Ahora alberga el Museo Diocesano de la provincia, y su cripta funciona como iglesia parroquial. Como familiar directa de sus autores, quiero desde aquí reivindicar la pena que me produce el olvido institucioanal a que está sometida esta magnífica obra.

De nuevo bajamos al centro de la ciudad para recorrer lo que hoy en día conforma la vida vitoriana. Por La Plaza de España, donde está el Ayuntamiento, salimos a la calle de Dato, ilustre vitoriano; paseando por ella nos encontraremos con los comercios más representativos y haremos una paradita en GOYA para llevar unas “trufas” ó unos “vasquitos y nesquitas” con los que ganaremos algún kilo, pero nos resultará una delicia al paladar.

En grupos diversos iremos a comer. La cita para nuestra vuelta a Madrid será en el hotel y de aquí en el autobús recorremos parte de las zonas nuevas que con buen ordenamiento emergen del suelo para constituir una ciudad moderna. Vitoria cuenta con numerosos parques dotando a cada habitante de cuarenta metros cuadrados de zona verde. También recorremos su zona universitaria. Y por último abandonamos la ciudad despidiéndonos de su patrón, San Prudencio en Armentia, donde está la ermita que lleva su nombre y es una joyita del románico.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupendas las fotos.
Enhorabuena a Marce por ellas.

Anónimo dijo...

Al ver "el reportaje" mi sentimiento es "agridulce". Por un lado lamento profundamente no haber podido asistir, por esos "problemillas de agenda familiar" que a veces coinciden. Por otro, es la satisfaccion de ver que se lo han pasado "bomba" y que nuestro BLOG ha alcanzado, en apenas una semana, su mayoria de edad tecnica-literaria. Que buen reportaje, que buenas fotografias y el sistema "slide" agradablemente sorprendente. El listón esta cada vez mas alto.
Enhorabueba y Adelante
JLP

Anónimo dijo...

Lástima, JLP, que no pudieras venir.
Fue una excursión realmente grata, tanto en el propio contenido de la visita como en la oportunidad de compartir entre nosotros momentos gratos fuera de la sede de la Universidad.
¡La próxima no faltes!
:)
Un abrazo

Marce

 

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